POR LEONARDO PEREYRA
DE LA REDACCIÓN DE EL OBSERVADOR
La ley que estableció plazo para la publicidad partidaria fue votada por todos los partidos
"Hola, soy Roberto, cliente habitual de la chivitería Marcos y quiero darte un consejo. Si cumplís 18 antes de mayo del 2010 sacá la credencial y andá a votar. Yo no te puedo decir a quién, pero cuando votes acordáte de mi, Roberto, el de la chivitería Marcos”, dice un hombre grueso y barbudo en un spot de televisión que apoya la precandidatura presidencial del frenteamplista Marcos Carámbula. Esa propaganda electoral de la Vertiente Artiguista difundida por estos días es muy fácil de decodificar porque, entre otras cosas, el devorador de chivitos pone cara de complicidad al decir el nombre “Marcos” y, más que nada, porque luego aparece un sobreimpreso evidente que dice “Marcos presidente”.
Sin embargo, la publicidad no mereció ningún reparo por parte de la Corte Electoral, organismo encargado de supervisar que no se viole la ley que establece que los partidos podrán iniciar la propaganda política en los medios de
radiodifusión, televisión abierta y televisión para abonados recién treinta días antes de las elecciones internas o de las elecciones nacionales. La del consumidor de chivitos que repite el nombre de Marcos con insistencia no es la única imagen con la que se invita a apoyar a determinado candidato.
A principios de marzo, Alianza Nacional convocó a un acto en el cementerio del Buceo para recordar a Wilson Ferreira Aldunate. Entre imágenes del caudillo fallecido y de Jorge Larrañaga, la voz del precandidato presidencial decía estas cosas, entre otras: “Por eso Wilson luchó, para rebelarnos contra el país de las divisiones. Es lo que hice cuando recibí un partido dividido y lo dejé en unidad, en diálogo, creando una verdadera alternativa nacional. Y muchas de esas mujeres y hombres que tanto me ayudaron, son parte de nuestro equipo. Con el que compartimos ideas y proyectamos el Uruguay de Wilson”. Después seguía con otras apreciaciones propias de un mensaje político que excedía la invitación a un homenaje.
La convocatoria al acto en el que Danilo Astori lanzó su precandidatura el martes 31 en el Palacio Gastón Güelfi contaba con cuatro spots diferentes. Todos empezaban con imágenes grises de gente pobre y carros de basura, mientras una voz recordaba: “En 2002 la crisis nos llevó al precipicio y salimos adelante”. Luego, según el tema elegido por los publicistas, la voz preguntaba: “A quién le vas a confiar la educación de tus hijos” o “tus ahorros” o “tus sueños y tu tranquilidad”. “Tu voto vale cinco años de tu vida”, era el mensaje último de los avisos.
TRAMPAS AL SOLITARIO. Con estos antecedentes en las pantallas y en las radios, el Partido Independiente (PI) propuso que la ley sea derogada para impedir que se siga violando. “Lo nuestro más que un proyecto de ley es una denuncia. Lo que no queremos es hacernos trampas al solitario. Esta ley la votamos todos y se está violando todos los días. Entonces ¿para qué está?. Mejor la derogamos”, dijo el precandidato presidencial del PI, Pablo Mieres. Ese partido no hará ninguna denuncia formal ante la Corte Electoral porque, entre otras cosas, ese organismo puede llamarle la atención a quienes violen la veda pero no puede aplicar sanciones.
El ministro de la Corte Electoral, Wilfredo Penco, dijo que no vio ni escuchó los anuncios mencionados en esta nota y que la corporación no recibió ninguna denuncia al respecto, ni sus integrantes mencionaron el asunto en ninguno de sus últimos encuentros. “Los límites acerca de en qué momento en un spot se empieza a hacer propaganda son muy difusos. Pero ahora que usted menciona estos casos, estaremos atentos”, anunció Penco. El miércoles 1º durante la transmisión del partido entre Uruguay y Chile se pudo ver, insertado en la pantalla, el rostro del precandidato colorado Daniel Lamas y luego un spot suyo. En la estátita del estadio chileno, en tanto, se leía: “Pepe Mujica”.
Lo que dice la letra
La ley de regulación de la propaganda electoral votada por todos los partidos dice: “Entiéndese por publicidad electoral aquella que se realiza a través de piezas elaboradas especializadamente, con criterios profesionales y comerciales. Quedan excluidas de esta definición –y, por lo tanto, de las limitaciones establecidas en el artículo precedente– la difusión de información sobre actos políticos y actividades habituales del funcionamiento de los partidos, así como la realización de entrevistas periodísticas”.
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